Capítulo 1

MI PRINCESA
CAPÍTULO 1: LA BELLEZA DE NORUEGA


Nota: Este capítulo está basado en la historia original de Renzo Chois en un 75% aproximadamente. Agradecimientos al autor por el permiso para realizar esta versión.







En el reino de Belgravia, un diminuto país situado entre Hungría y Rumanía, en un bello palacio rodeado de todos los lujos inimaginables, vive la princesa Gwendolyne, heredera del trono de Belgravia. Pero, a pesar de tener todos los lujos inimaginables, la hermosa princesa lleva una profunda tristeza en su mente…


BELGRAVIA
INT. / PALACIO REAL, SALA PRIVADA / NOCHE


En una sala del palacio, la princesa conversa con su empleada de confianza a la vez que mejor amiga y confidente.



Evelyn: ¡¡¡Alteza!!! ¿Qué pasa? ¿Por qué tan triste amiga?

Wendy: No lo sé, Evelyn… siento que mi vida es tan vacía… me la paso o bien metida acá o aburriéndome en actos oficiales... 

Evelyn: ¡¡¡Pero, Alteza!!! ¡¡¡Usted lo tiene todo: Joyas, un montón de pretendientes, ¿No vió lo guapo que está el Príncipe de Sajonia? Ese chico quiere con usted, debería darle oportunidad de...

Wendy: Mira, no te voy a negar que, guapo, sí es, pero, también berrinchudo y petulante… ¡No hay quien lo aguante, chica! Antes muerta que salir con él, nada que ver.

Evelyn: Usted tiene fieles sirvientes, vestidos de todos los estilos y colores, incluso su propio estilista profesional!!! ¿Qué más podría pedir? Ya quisieran muchas ser princesas.

Wendy: Que sí, que tienes razón en todo eso, pero, siento que algo le falta a mi vida… no lo sé… quizás, necesite hacer un viaje privado, no uno de esos viajes oficiales donde no me da tiempo a ser yo misma ni conocer el lugar yo sola sin guardaespaldas ni esas tonterías…

Evelyn: Mmm ¿Qué le parece si vamos a Mónaco, Grecia... o mejor aún, la romántica Venecia?

Wendy: Mmm… no lo sé… pensaba en algún sitio menos atestado de turistas, además ahora que llegó el verano prefiero un lugar donde haga menos calor...

Evelyn: ¿Estonia? ¿Finlandia?

Wendy: No, ahí ya he ido... bueno da igual... mejor miremos televisión, ¿Okay?

Evelyn: Como usted ordene… Alteza…

En ese momento, Evelyn agarra el control remoto y enciende el televisor. La joven cambia canales, a pedido de la princesa… de pronto, se detienen en un canal cultural donde muestran imágenes de una bella ciudad con edificios de colores, junto al mar, rodeada de espectaculares montañas.

Wendy: ¡¡¡Espera!!! ¡¡¡Detente ahí!!! (Mirando el lugar interesada)

Evelyn detiene el televisor. La princesa Gwendolyne se acomoda en su puesto y, de pronto, se queda mirando el documental…

Wendy: Qué lugar tan bonito, Evelyn... ¿Dónde es eso?

Evelyn: Tiene pinta de ser algún lugar de Noruega, lo digo por los fiordos...

Wendy: Ay Noruega, amiga... mi abuelo paterno era de allá pero yo jamás pude ir. Me contaba tantas historias...

Evelyn: ¿Y si se va a Noruega de vacaciones unos días? ¿Qué le parece la idea?

Wendy: Sería maravilloso... acabas de darme la mejor idea, lo que necesito es alejarme de aquí un tiempo. Tengo que pensar en lo que quiero para mi vida y necesito ir a un sitio donde nadie me conozca.

Evelyn: ¿Entonces qué hago, preparo su equipaje?

Wendy: Prepara el tuyo también, porque nos vamos a Bergen.

Evelyn: ¿Quéee? ¿Yo también?

Wendy: Sí, claro... ¿No pensarías me iba a ir sin mi mejor amiga? jajaja. (Sonríe) Nos vamos mañana a Bergen. ¡¡¡Ahora mismo reservas los billetes de avión!!!

INT. / PALACIO REAL, DESPACHO DE LA REINA / NOCHE

La Princesa discute con su madre, la reina Sylvia de Belgravia. Ambas mantienen una fuerte conversación en el despacho real.

Wendy: Tengo muchas dudas, mamá... demasiadas...

Sylvia: ¿Cómo es eso de que no quieres ser reina? ¿Te has vuelto completamente loca hija o qué te pasa?

Wendy: Estoy harta de esta vida, necesito irme un tiempo fuera y pensar en lo que realmente quiero.

Sylvia: ¿Y se puede saber que demonios es lo que quieres? Definitivamente perdiste el juicio. Llevo toda la vida educándote para ser mi heredera. 

Wendy: Te he dicho que me voy unas semanas de vacaciones a Noruega con Evelyn. Hablaremos de esto cuando regrese. 

Sylvia: ¡Tú no te vas a ir a ninguna parte! 

Wendy: ¡Por supuesto que me voy! Ya soy mayor de edad y tú no eres nadie para decirme dónde puedo o no puedo ir. ¿Te quedó claro o no, mamá? (Desafiante)

En ese momenta la reina pierde los nervios y le pega una sonora y fortísima bofetada a su hija, cruzándole la cara. Escuchamos música incidental.

Sylvia: ¡Perdón, perdón!!! (Arrepentida)

Wendy: Me voy mamá... te guste o no te guste, me voy. (Seria y con gesto de enfado)

AL DÍA SIGUIENTE

INT. / AEROPUERTO DE BELGRAVIA / DÍA

La Princesa y Evelyn acaban de llegar al aeropuerto. Con ellas van dos guardaespaldas pero en un descuido ambas consiguen despistarlos y marcharse solas. 

Wendy: Ahora que cruzamos los controles de seguridad ya no podrán encontrarnos.

Evelyn: Ay no sé, princesa, yo creo que deberían venir con nosotras. Es por su seguridad.

Wendy: Te dije que no, este viaje es privado, y no quiero dos tipos tras de mi todo el santo día. 

Evelyn: Cuando la reina se entere de esto, te va a matar, bueno, no, nos va a matar a las dos.

Wendy: Que diga lo que quiera. Ya no soy ninguna niña. 

Evelyn: (Mirando los billetes) ¿Vamos a viajar en clase turista?

Wendy: Sí, chica, sí, quiero viajar de incógnito… ah, y por favor, a partir de ahora… solo llámame Wendy…

Evelyn: Pero… Alteza…

Wendy: ¡Ah, y nada de Alteza!!! ¡¡¡Mi nombre es Wendy, Wendy, nada más!!! y a partir de ahora me hablas de tú. ¿Ok?  ¿Capisci?

Evelyn: Vale, vale, entendido... (Intentando contener la risa)

Y así la princesa Gwendolyne (ahora llamada Wendy) y Evelyn inician su viaje. Ambas suben al avión con destino a Bergen.

BERGEN, NORUEGA

INT. / COCHE DE JAN / DÍA

Jan, un apuesto muchacho noruego, va manejando su auto por las calles de Bergen. En el asiento de atrás van sus dos hermanas, Alexandra y Martha. Las dos chicas discuten, como de costumbre, pues ambas son muy diferentes.

Alexandra: Ahora que comenzó el verano estoy segura de que que vamos a tener lleno el restaurante, hermanito. Cada año vienen más turistas a la ciudad.

Jan: Eso espero, Alexandra. Estoy pensando contratar otro empleado porque no vamos a dar abasto estos meses.

Martha: Dichoso restaurante, si no fuera porque no tengo otro trabajo les juro que me largaba de ahí. Estoy harta de servir mesas y atender turistas. Todos los veranos la misma historia.

Alexandra: Algo tendrás que hacer. Vamos digo yo.

Martha: Sí, pero no ser mesera. Yo nací para ser actriz, una actriz reconocida y famosa, así como Scarlett Johannson.

Alexandra: Jajaja. Sigue soñando, chica.

Jan: Ya por favor, dejen de discutir... Siempre están igual.

Martha: Es esta, que se conforma con todo. Y yo no, querido, yo sueño con una vida mucho mejor. Una vida llena de lujos y comodidades, ser famosa y que todo el mundo me conozca y me admire. Una diva, como fue Elizabeth Taylor.

Jan: Que sí, Martha, que sí... (Conteniendo la risa) 

Alexandra: Esta se cree la nueva Marylin Monroe... 

Jan: Sólo que en versión morena...

Tanto Jan como Alexandra rompen a reír en carcajadas ante la mirada de desagrado de Martha.

Jan y Alexandra: Jajajajajaja.

Martha: ¡Bueno ya valeeeeee!!!!  Vayan a reírse de su abuela.

Jan: Jajaja. No te enfades, mujer, estamos de broma. Qué mal genio tienes. Ya cásate.

Martha: No pienso casarme, yo novios como mucho, pero altar, ni muerta. Aunque la que se va a quedar para vestir santos es esta... (Mirando a Alexandra) Con lo mojigata y pava que eres, ningún chico se va a fijar nunca en ti, nena.

Las palabras de Martha dejan en silencio a Alexandra. La joven trata de contener las lágrimas, mientras su hermano Jan la mira a través del retrovisor interior del coche. Ella le mira y él le sonríe tratando de animarla.

EXT. / RESTAURANTE LOS FIORDOS / DÍA

Finalmente, Jan aparca el coche frente a restaurante familiar y todos se bajan del auto. Los tres hermanos se encuentran con Karen, una guapa joven mulata. 

Karen: ¡Hola! ¿Qué tal Jan? ¿Cómo está el hombre más guapo de todo Bergen?

Jan: Hola Karen, todo bien, aquí un nuevo día a abrir el restaurant. ¿Qué tal Christian? Hace días no lo veo.

Karen: Muy bien, ocupado con el taxi, ya sabes.

Jan: Oye Karen... ¿Tú conoces a algún buen cocinero? Es que necesito alguien para el restaurante y...

Karen: Mmm, mi amiga Keiko es buena cocinera y está buscando empleo. 

Jan: Pero no será de esas que hace sólo comida japonesa. ¿No?

Karen: No, no mi rey, nada que ver. Ella cocina de todo. Si nació acá, sólo que sus padres son japoneses. Jajaja.

Jan: Ah, bueno, entonces siendo así, dile que se pase por aquí y vemos que tal. ¿Te parece?

Karen: Perfecto. ¿Y a estas dos que les pasa que están tan muditas hoy? 

Jan: Nada, que volvieron a pelear... ya sabes como son.

Alexandra: Yo no peleo, es ella.

Martha: Mentira, empezó ella.

Jan: Ya basta... (Mirándolas mal) Vamos a preparar todo y luego se van con Karen al mercado.

Karen se despide de ellos. Los tres entran en el restaurante y comienzan su jornada diaria.

EXT. / PUERTO DE BERGEN, PARQUE / DÍA

Mientras tanto, en un parque no muy lejano vemos a Christian, el novio de Karen, con otra chica. El joven se besa apasionadamente con una atractiva mujer asiática mientras acaricia sus senos, sus piernas, sus caderas. 

Christian: Me tienes loco Keiko... es que eres tan exótica y tan sensual... Me fascinan las chicas asiáticas.

Keiko: Ay mi negro, me encanta que me digas esas cosas.  

En ese momento, suena el móvil de Keiko. Ella pide permiso para responder. Es Karen. El muchacho se pone nervioso. 

Keiko: Hola Karen. ¿Qué tal?

Karen: Acabo de conseguirte trabajo en el restaurante de Jan el guapo. ¿Que te parece?

Keiko: ¿En el restaurante Los Fiordos? Ay que bien...

Karen: Bueno todavía tienes que pasar la entrevista pero yo creo que Jan te contratará. Vas recomendada por mí.

Keiko: ¿Cuando tengo que ir?

Karen: Pásate cuando puedas por el local y hablas con él. ¿OK?

Keiko: Perfecto, gracias amiga. (Terminando la llamada)

Christian: ¿Era Karen? Un día nos va a descubrir.

Keiko: Que va, tonto, no te preocupes por eso. Ella es tan tonta que nunca sospecharía nada. Te lo digo yo.

INT. / RESTAURANTE LOS FIORDOS / DÍA

Jan y su amigo Nils conversan. El rubio le sirve un café y algo de bollería. Nils degusta del desayuno sentado al otro lado de la barra.

Nils: ¿Y donde están las chicas, Jan? Creí que estarían acá ayudándote hoy.

Jan: Alexandra y Martha han ido a la Plaza de Mercado con Karen. Necesitamos algunas cosas para el restaurante y hoy no vino el camión del reparto así que...

Nils: Tus hermanas están ya muy mayores y muy guapas. Seguro les llueven los novios.

Jan: Ni lo pienses Nils... Todavía son unas crías.

Nils: Ya no son tan crías, Jan... Y tú no eres su padre. Te lo recuerdo.

Jan: Lo sé pero ellas son lo único que tengo y siento que debo protegerlas. Que los hombres ya sabes como somos... 

Nils: Si tú lo dices...

En ese instante entra el local una atractiva y explosiva mujer a la cual todos los hombres se le quedan mirando. La joven lleva una corta minifalda y zapatos de tacón. Ella es Chloe.

Chloe: Bueno días... Un café con leche y un croissant, por favor. (Sentándose junto a la barra, al lado de Nils)

Jan: Enseguida, guapa... (Sonríe coqueto pues le gusta Chloe)

Nils: ¿Qué tal? ¿Eres turista? Disculpa, me llamo Nils. (Sonríe pues también le gusta)

Chloe: No, no soy turista precisamente...  soy periodista, trabajo para una importante revista de moda y farándula en Oslo.

Jan: ¿Y qué hace una periodista por nuestra bella ciudad? (Sonríe sirviéndole el café y el croissant)

Chloe: Trabajar... ¿Ustedes qué creen?  Como les dije, soy periodista, y estoy tras la pista de una princesa.

Jan: ¿Una princesa aquí en Bergen? Pues como no sea la nuestra, la de Noruega...

Chloe: No, no es esa. Es extranjera.

Nils: Ahm...

Chloe: Si, es la princesa Gwendolyne de Belgravia, heredera al trono. 

Nils: ¿Belgravia? ¿Dónde demonios está eso?

Chloe: Es un país chiquitito, chiquitito... Entre Rumanía y Hungría. Dicen que está de incógnito aquí y yo voy a buscarla para conseguir la primicia. (Cruzando las piernas sensualmente)

INT. / MERCADO / DÍA

Por su parte, en la Plaza del Mercado, se encuentran Karen, Alexandra y Martha. Las tres están haciendo compra en diversos puestos de frutas, verduras, etc. En ese instante Martha tropieza con un joven de origen indio.

Martha: ¡Ups, perdón! Lo siento, no te vi.

De pronto, escucha una voz que le responde: 

Rashid: No te preocupes, muchacha bonita. No pasa nada. (Sonríe)

Ella levanta la mirada y encuentra a un chico que nunca había visto antes en su vida, y queda flechada por él. El flechazo es mutuo.

Martha: Hola, me llamo Martha. (Sonríe coqueta)

Rashid: Rashid... Encantado.

Martha: ¿Eres nuevo en Bergen? Nunca te había visto.

Rashid: Llegué hace una semana, antes vivía en Stavanger. Estoy buscando trabajo.

Martha: Entiendo...

En ese momento Karen y Alexandra se topan con ellos.

Karen: ¿Chica pero donde andabas? Te estábamos buscando.

Martha: Quiero presentarles a Rashid. Está buscando empleo y...

Rashid: Hola. (Sonríe)

Alexandra: Ho... hola... (Tímida pero muy atraída por Rashid)

Tanto Rashid como Alexandra sienten un chispazo inmediato, se gustan, y mucho. Martha se da cuenta y se pone muy celosa al ver como el muchacho y su hermana se miran detalladamente en silencio. Mientras Karen habla con Rashid, Martha y Alexandra conversan.

Martha: Ni se te ocurre poner tus ojos en él. Yo lo vi primero. ¿OK?

Alexandra: Ya lo sé... (Temerosa)

INT. / RESTAURANTE LOS FIORDOS / DÍA

Keiko ha hablado con Jan y ha conseguido el trabajo como cocinera.

Jan: Entonces bienvenida, Keiko. Espero hagas un buen trabajo. Mira que confío en la recomendación de Karen.

Keiko: No te preocupes, Jan, no los defraudaré.

Nils: Bueno Jan, yo me voy, nos vemos. Cuídate brother. (Se va)

Jan: Chao Nils. Hasta mañana. 

EXT. / AEROPUERTO DE BERGEN / DÍA

Wendy y Evelyn ya están en Bergen. Las dos jóvenes de Belgravia acaban de llegar a la ciudad noruega para pasar unas semanas de vacaciones. Ambas toman un taxi. Christian es casualmente quien las lleva.

INT. / TAXI / DÍA

Christian: ¿Así que vienen a pasar unos días de turismo? Muy bien, chicas, estoy seguro de que les va a encantar este país. Imagino piensan hacer algún crucero por los fiordos. Conozco una empresa buenísima que...

Wendy: Por favor, si no le importa, preferimos ir a nuestro aire... muchas gracias.

Christian: Perdón... (Avergonzado)

Evelyn: No seas grosera, Wendy. El chico sólo trata de ser amable, se ve buena persona.

Wendy: No le conocemos de nada, no tenemos por qué contarle nada de nosotras.

Evelyn: ¿Usted es de aquí joven?

Christian: Si, sí, nací acá, tercera generación, mis abuelos eran de Kenia. Acá en Noruega hay muchos inmigrantes, gente de todas partes. No se piensen que sólo noruegos rubitos, eh, jajaja.

Evelyn: ¿Y que nos podría recomendar para visitar en Bergen?

Christian: Vean todo el centro histórico, luego el puerto, los barcos... Pueden hacer una excursión a las montañas de los alrededores, las hay organizadas pero cobran caro.

Wendy: Gracias.

Christian: De nada, reina... (Se burla)

Wendy: (En voz baja) ¿Me dijo reina?

Evelyn: Ay ya, deja ya la paranoia, aquí no te conoce nadie, mujer. Nadie sabe quién eres. Relájate y disfruta. Mira que vistas...

Por la carretera comienza a verse la hermosa ciudad de Bergen, en un fiordo junto al mar, rodeada de espectaculares montañas. Wendy observa el paisaje totalmente fascinada por la belleza de Noruega, mientras en el taxi suena la canción de Alexander Rybak, Roll with the wind.

CONTINUARÁ...